domingo, 22 de octubre de 2017

Hola

STV

Soy una persona dinámica y extravagante en mis costumbres. Mis pensamientos te van a proporcionar la medida exacta del misticismo cosmopolita que necesitas para convertirte (o seguir siendo) un personaje genialmente moderno. Si acatas las lecciones de vida que te voy a dar, evolucionarás socialmente hasta ser envidiado por los blogeros más egocéntricos. Molo y soy envidiable desde tu posición de ansia de reconocimiento.



martes, 19 de abril de 2016

You are doing great

You are doing great, and I just wanted to remind you (in case you forget at any moment). You have to accept that the fact of living in this tough moment itself, is something that is definitely to be looked up to. By yourself, though.
These days it seems that anyone is on his right to tell about how and what others are doing, believing it to be some kind of rightful practice. Although we all love the internet, is in fact the internet who has made it possible to be like that. And I took that chance too. There are so many people who want to make others believe that the way they do things is acceptable whereas the rest is improper, that sometimes we actually believe them. That is a big mistake.
Most of the times we just get to see what it's wanted to be seen, but I assure you that is not the whole picture. And so, sometimes we tend to believe that the cheap, tacky and loud is what it's cool, sort of the direction we should follow to be reputable. Then, we may end up taking part of such a huge ball of style-ish muck.
You have to understand that what you are doing takes a lot of effort, energy and skill. Whatever it is who decides to set us up in any particular place at any particular moment, is not something that we can change at this point.
Whether you like it or not you are dealing with what it has been given to you and, so far, you have done the best. Trust this. Don't even get to think that you could have chosen this or that different option and so you could have done better. No. It doesn't help and, no matter how good we have chosen, it is a tricky part of our mind which works like that.
You are an animal, a survivor strong enough to live, where the easy option would have been to give up and fade away. But you are here so remember that even when you are gone, you still will stay in those who have been lucky enough to share their time with you. Because time is very important. However, not all to the same extent. For example, the time we make worthy with ours or the one we spend making a better being of ourselves, can't be compared with the one we spend making money. The rest of the time you spend not doing the first, is just an accessory, a tool that allows you to keep on track.
It has been just you the one who has achieved to carry on and grow. Then keep running in whichever the direction was that has allowed you to complete so much. That might be your best until now, but not for good. Don't compare. Don't look at that big useless ball. Don't throw stones to your own roof by doing that. Rather, assess its weaknesses and improve them. Remember that now is the greatest thing you've got. It is the only that exists.
Some other questionably real things such as the general acceptance, recognition or even the future, are not important at all because they are not here.
I can't help to tell you that won't help you. Actually you already know what will. Rely on that.
Because you are doing great.


domingo, 6 de abril de 2014

The being's fish bowl

The truth is that everyone's most important thing in his own life is that, one's own life. Some Spanish thinker said once that Me is composed by me and my circumstance. And although life may be very simple, this fact makes it all complicated.

Everybody's main concern is the own well being. Though it does not necessary mean that it makes us not to care about others at all, it definitely places it on a secondary level.
Human being is greedy by nature. It has been the survival mechanism that has allowed us to get where we are. In the past, no one other than our progenitors would care about our lives' continuity. No one would give us our sustenance if we wouldn't do anything to get it.
And despite of all what the politically correct says, nowadays no one truly cares about others.
Selfishness is present in the overall lifetime of most of us. If we want to be successful in our life, we cannot distract in helping others to do the same.
There are many millions of people inhabiting the word and that has helped to create a tough competence for all to get the average lifestyle anyone would like. We have put ourselves in the contradictory position of having created a society successful enough to thrive until what has became the actual population, to, now, creating the need for fighting to get our own space where to thrive ourselves.
Everything is about thriving, getting bigger, wealthier, more recognised, more powerful. Society encourages this greediness. All what is to come has to be better than what has past.

This is what makes the simplicity of life it to be complicated; according to what power has shown us, there is no room for all to thrive as widely as we wish. Some of us has to remain fruitless for other to obtain a bit more. However, no matter how much one have, everyone wants more.
And it's there where it comes to no one cares about others. "You are my equal, but if there is anything on my hand that will allow me to get more, I will do it".

And in the end I will always ask myself, what is all this for?

domingo, 16 de febrero de 2014

Pues va a ser que no

Siempre pensé que a medida que fueran pasando los años, uno se volvería más sabio y tendría más claro cómo y hacia dónde dirigir su vida, que se tendría menos incertidumbres.

Me he dado cuenta de que eso no funciona así en absoluto.

Echando un vistazo hacia atrás, ya que hacia delante no veo mucho, creo recordar que ese escepticismo estaba relacionado a las mismas cosas que ahora pero en menor medida. Aunque uno le diera mucha importancia. Me explico.

Una persona media, socialmente considerada adulta, no importa el estado de su vida en el que se encuentre, se preocupará por ciertas causas generalizadas en sus similares; dinero, amor y trabajo. Lo de la salud es un poco hipócrita a veces.

La gente angustia su existencia pensando en cómo conseguir, mantener o mejorar su trabajo ya que eso es lo que le aportará una fuente fija de dinero con el que pagar todo lo pagable. Además siendo una persona autosuficiente le permitirá conseguir, mantener o llevar al siguiente nivel la relación que tanto desea. Yo no conozco a nadie a quien le gustaría estar con un mendigo.

Así que la gente pasa la mayor parte de su vida persuadiéndose a sí mismos de vivirla con total alegría y libertad. Se deja de hacer cosas por inciertas consecuencias, siendo la más obvia que has dejado de hacer algo con lo que disfrutarías por algo que ni siquiera existe. Siempre mirando más allá en el futuro aún no teniendo ni idea qué pasará, pero eso sí, asumiendo que eso es lo correcto.
Es como vivir en una caja de cartón aguantando el aire por si alguna vez hay que salir...

Cuando se es más joven e inmaduro se piensa en las mismas cosas pero considerando un plazo más corto. Si aplicamos en este caso que los estudios son la misma tarea que el trabajo, pasa lo mismo. Estudiar para un examen, ya que para el curso entero queda mucho. Mirar cuanto dinero se tiene para gastar este fin de semana, que el próximo ya me darán más. Y ver si me puedo enrollar con esa tía (o tío) con la que tanto me apetece.
Pero es todo a un plazo mucho más reducido, porque se haga lo que se haga, la vida no va a cambiar repentinamente. Y de acuerdo que el carácter puede estar sujeto a muchas variables físicas, sociales, culturales y psíquicas, pero cuanto más pequeño y despreocupado se es, más feliz se pasa la existencia. Y si no recuerda tu infancia.

Esto es lo que nos toca, considerar un poco lo incierto maniatando nuestra libertad. Porque si todos acabáramos nuestros recursos por el simple disfrute del momento, es verdad que seguramente no tendríamos recursos.

Pero hombre, busquemos el equilibrio entre seguir el camino que alguien ha diseñado para sostener este despropósito de era en el que nos encontramos y la total irresponsabilidad que sólo un loco quien no cree en el mañana cometería por el total disfrute del presente. Pero tirando un poco más hacia la postura del loco disfrutador. Puede que así el resto se contagie y vea que por medio de llevar una vida más bella, todo se puede hacer más sencillo.
Pero sobretodo que no hace falta meter la cabeza y tirar del yugo que nosotros nunca pedímos.

viernes, 31 de enero de 2014

Cántabro

Hace unos días tuve una conversación con una segoviana y una barcelonesa.
Hablando del primer libro de Revilla, hice un comentario acerca del regionalismo cántabro. Las compatriotas se echaron a reir jactándose como de si tal cosa no tuviera sentido.
Un servidor, como defensor de una identidad propia puesto que lo llevo en la sangre y hasta en la piel, se ofendió ya no sólo por el atisbo de ridiculización hacia algo a lo que amo, sino por la falta de cultura de la que algunos hacen alarde.
Entonces entró el tema del nacionalismo, claro.

Yo de política no tengo ni idea, pero hasta donde llego a entender, el sentimiento de pertenencia a un lugar y el desprecio a una nación, son dos cosas muy diferentes.
Aquí si no eres nacionalista vasco o catalán, te sientes español y además no quieres separarte de España, parece que no tuvieras derecho a sacar pecho por un sentido de pertenencia a tu comunidad. ¿Qué pasa con los gallegos, andaluces, valencianos y mayorquines?
-Esos sí porque tienen un idioma distinto (¿Andalú?).
Yo me reclacitraba.

Sinceramente me fastidia que haya gente que categorice que si no tienes un idioma propio no tienes una cultura propia. Si los de aquí no tenemos una identidad propia con sostumbres distintas a la de nuestros vecinos, eso es que el resto de comunidades tampoco.

Cuando les dije que Cantabria consiguió su autonomía en 1981 fliparon.
Soy consciente de que para algunos puedo sonar cateto, pero es que además de eso, soy; ser humano, hombre, blanco, español y también cántabro y santanderino y a ratos hasta londinense entre otras muchas cosas.

Yo amo a mi tierruca y aunque a veces me encienda cuando alguien no lo entiende (cada uno es como es), en realidad a esos los compadezco por no pertenecer a de donde uno es.


Pero eso sí, siempre podrán venir de vacaciones.

Ambigüedad positiva

Y tú ¿Sabes lo que quieres? o en lugar de ello te convences de lo que crees que sabes que quieres... Yo siempre lo he dudado, y de cierta manera siempre he hecho alarde de no saberlo, respaldándome en decir que al menos "sé lo que no quiero". Pero hasta en creer que no lo sabía estaba equivocado. Porque todo cambia. Todo. Y si no fíjate en los sitios, las modas, los gustos. Los tuyos propios y los de los demás. Hasta cambiamos nosotros mismos, por suerte. No me refiero al tipo de cambio que te convierte en una persona diferente, eso de que varíe nuestra esencia. Me refiero a que todos crecemos, maduramos, evolucionamos. O al menos deberíamos.

  Y es que buscar la realización de los objetivos personales (aunque sea cumpliéndolos) es en definitiva lo que nos hace no quedarnos parados. A mí se me antoja como la autodefensa del individuo en contra de un aletargamiento del raciocinio emocional. La atracción va desplazándose de unos objetivos a otros. Esto hace que alcanzar metas se traduzca en una continua ampliación de miras. Y del mismo modo que no se puede volver atrás en el tiempo, el aprendizaje de lo pasado es lo que llevamos en nuestro bagaje emocional, que a su vez es en cierto modo la brújula que nos guía al seguir dibujando nuestro camino. El tiempo ha sido lo que nos ha brindado la posibilidad de dedicarnos a ese fin. Así que el tiempo cuenta mucho.

   Se ha de aprender a aprender. Hay que hacerlo de los acontecimientos que vamos experimentando, de sus personas y situaciones. Por eso memorizar es algo de lo que el cerebro a veces también nos persuade. De ahí que las cosas de las que verdaderamente se debe aprender sean tan obvias que ni el cerebro puede escapar de ellas. Aunque algunas veces también hay que echarle una mano y ayudarle a olvidar para suprimir el lastre de lo inútil. Es aquí cuando entra lo de aprender a aprender. Porque en definitiva, puedes intentar engañar a los pensamientos, pero nunca será duradero. ¿O es a los sentimientos?

  Entonces qué pienso, qué quiero, o que siento. O qué creo que quiero... ¿Cambiará con el tiempo?
Son tantas incertidumbres que si me paro a pensarlo lo único que saco en claro es que lo que he de hacer es seguir avanzando sin preocuparme de si la dirección será la correcta.

  ¿Cómo vas a saber si es incorrecta la dirección que estas siguiendo si ni siquiera sabes a dónde quieres llegar? Me niego a que pienses que no sabes el camino. Sí lo sabes, porque ya estás en él. Así que si recriminas lo que tú mismo estás creando, que sea solo para cuestionar y ponerte en la posición que te permita discernir si eso es lo correcto para alcanzar lo que crees que sientes que quieres.


  Haz lo que debas.

Facebook

Con la existencia de las redes sociales todos tenemos acceso a dar a conocer a un basto número de personas lo que sea que nos pasa por la cabeza en este momento. De hecho Facebook te lo pregunta directamente y sin tapujos. Y por lo que parece muchos hacen caso y contestan sin dudarlo a esa pregunta en primera línea que dice "What's on your mind?".

La pena es que algunos se lo toman a rajatabla y no consideran el material de lo que están dando a saber. Que haya un puñado de gente que de las gilipolleces que publican hasta me irrito, no creo que sea una cuestión de diferencia de intereses, sino de pensar unos segundos antes de hacer algo público.

No creo que a nadie quien no la sepa ya, le apetezca saber en qué consiste tu rutina, que has comido hace un rato o qué es lo que ha llegado a tu conocimiento que te haga sentir tan intelectual que te marques un copi-pega. Aunque sea una plataforma que sirve para hacer viral hechos, noticias o curiosidades relevantes, no conviertas tu basura en un virus en sí. Compartir es vivir, menos cuando compartes veneno.

¿A caso te gustaría a tí saber el numero de veces, densidad y color de cuando voy a hacer aguas mayores? Seguramente no, pero que sepas que para mí lo tuyo es la misma mierda.

El problema es la mediocridad en la que todos estamos inmersos. Si nuestra vida fuera realmente tan excitante nos importaría bien poco el darlo a conocer. Nos encanta dar envidia con todas y cada una de las actividades que nos permiten salir de nuestro mundano día a día. Y que nos alaben por ello. Vacaciones, bares y modelitos todo bien documentado de la manera más completa posible, muchas veces en tiempo real. Gran disfrute ese de estar mirando a la pantalla de tu movil mientras piensas cómo darle un aire cool al título del contenido de con lo que se supone que estarás dando envidia, en lugar de disfrutar de ello en tiempo real .

Me pone enfermo. Aunque en el fondo te aprecio. Y sí, hay algunas cosas por la que siento envidia. Pero haznos un favor si te has dado por aludido por esta entrada; planteate de verdad el seguir alimentando al sinsentido de la mediocridad de la que tú mismo has decidido formar parte.

Menos fotitos con la pose de moda y un poco más de originalidad.